En las últimas horas, el Cauca ha sido escenario de tres atentados que han dejado víctimas mortales y heridos, generando alarma en la región y una respuesta inmediata por parte del Gobierno Nacional.
El 16 de abril, en el barrio Morales Duque de Santander de Quilichao, un artefacto explosivo improvisado detonó durante la mañana, causando la muerte de un trabajador y heridas a otro, ambos empleados de la Compañía Energética de Occidente (CEO).
Horas después, mientras el Batallón de Operaciones Terrestres N.º 13 llevaba a cabo labores de verificación en la zona, una segunda carga explosiva, activada por sistema de telemando, dejó a un suboficial herido, quien fue evacuado y se encuentra en recuperación.
Posteriormente, el 17 de abril, un ataque con explosivos dirigido contra una estación de policía en el corregimiento de Mondomo, en la vía Panamericana, dejó al menos un muerto y varios heridos. Aunque ningún grupo ha reivindicado el atentado, las autoridades sospechan del frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc.
El gobernador de Cauca, Octavio Guzmán, calificó el hecho como inadmisible y pidió al Gobierno nacional tomar acciones urgentes. Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, rechazó el ataque, catalogándolo como muestra clara del carácter terrorista y narcotraficante de estas disidencias.

Frente a esta situación, el Gobierno tomó medidas para fortalecer la seguridad en la región. Se ha ratificado la recompensa de hasta $300 millones por información que conduzca al paradero de los responsables de los atentados. Además, se ha anunciado un incremento de la presencia de la fuerza pública en los cuatro tramos principales de la Vía Panamericana, con el fin de garantizar la seguridad y movilidad en esta importante arteria vial.
Como parte de las otras medidas, se fortalecerá la articulación interinstitucional para combatir el crimen organizado y hacer más efectivos los procesos de judicialización. Asimismo, se reforzará la inteligencia militar y policial, y se avanzará en la priorización de proyectos de cámaras de seguridad en el territorio, a través del Ministerio del Interior y el Fondo Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (FONSECON).

Dichas acciones buscan garantizar la seguridad de los habitantes del Cauca y restablecer el orden en una región que ha sido históricamente afectada por la violencia y el accionar de grupos armados ilegales. El Gobierno reiteró su compromiso de no dejar solos a los caucanos y caucanas, ofreciendo todo el apoyo necesario para superar esta difícil situación.
La comunidad internacional, así como organizaciones defensoras de derechos humanos, han expresado su preocupación por la escalada de violencia en el Cauca y han instado al respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario. Se espera que las medidas adoptadas por el Gobierno contribuyan a la estabilización de la región y a la protección de la población civil.

El suroccidente colombiano, compuesto por los departamentos de Cauca, Nariño y Valle del Cauca, enfrenta una compleja situación de conflicto armado que ha escalado en los últimos años. A pesar de los esfuerzos por implementar los Acuerdos de Paz de 2016, la región ha visto un aumento en la presencia y actividad de grupos armados ilegales, incluyendo disidencias de las Farc, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas criminales. Estos actores se disputan el control territorial y las rutas del narcotráfico, afectando gravemente a las comunidades locales.
En el Cauca, por ejemplo, la reciente oleada de atentados, como el ocurrido en Mondomo el 17 de abril de 2025, evidencia la persistente violencia en la región. Este ataque, dirigido contra una estación de policía en la estratégica vía Panamericana, dejó al menos un muerto y varios heridos, y se atribuye a disidencias de las Farc.