
Bogotá, la capital de Colombia, se prepara para recibir a un nuevo grupo de familias desplazadas provenientes de la región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, quienes han sido forzadas a abandonar sus hogares debido a la persistencia del conflicto armado.
Según informó la Administración Distrital, estas familias, que inicialmente habían sido trasladadas a un predio en la vereda Las Pavitas, en el municipio de Puerto Boyacá, ahora enfrentan nuevamente amenazas y riesgos que las obligan a buscar refugio en la ciudad. Su llegada está prevista para este martes 15 de abril de 2025.
De acuerdo con el comunicado oficial, el Distrito ha alcanzado un acuerdo con la Unidad para las Víctimas para implementar medidas conjuntas de atención inmediata mientras la Agencia Nacional de Tierras avanza en el proceso definitivo de reubicación.
En esta etapa inicial, Bogotá asumirá la responsabilidad de proporcionar alojamiento temporal y garantizar el acceso a servicios esenciales como salud, educación, integración social, acompañamiento psicosocial y orientación jurídica. Además, se llevará a cabo una caracterización socioeconómica de las familias que decidan permanecer en la ciudad.

El flujo de personas desplazadas hacia Bogotá ha aumentado de manera significativa en los últimos meses. Según datos de la Administración Distrital, solo en enero de 2025, la ciudad recibió un 30 % más de personas en situación de desplazamiento forzado en comparación con años anteriores.
Este incremento está directamente relacionado con la crisis humanitaria que afecta a la región del Catatumbo, donde el conflicto armado ha generado un entorno de violencia y desarraigo.
En respuesta a esta situación, el Distrito ha fortalecido su capacidad de atención a través de la Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación, que ha entregado apoyos de arriendo y bonos de alimentación a 1.699 personas. Asimismo, se ha proporcionado alojamiento temporal a 317 personas, lo que representa un aumento significativo en la capacidad ordinaria de albergue, que se ha cuadruplicado para hacer frente a la emergencia.
A pesar de los esfuerzos realizados, la Administración Distrital ha advertido que sus capacidades están cerca de desbordarse. En este contexto, se ha solicitado formalmente a la Unidad para las Víctimas que asuma el alojamiento de la población Emberá, que desde septiembre de 2023 permanece en albergues del Distrito a la espera de un proceso de reubicación. Estas familias llevan más de seis meses en esta situación, lo que ha incrementado de manera significativa los costos asociados a la ayuda humanitaria.

Además, el Distrito ha instado al Gobierno Nacional a acelerar los procesos de valoración del Registro Único de Víctimas, ya que los retrasos en este trámite limitan la capacidad de respuesta de las entidades territoriales y aumentan la carga financiera.
Según se lee en el comunicado oficial, la Administración Distrital ha reiterado su compromiso con el cumplimiento del Acuerdo de Paz y con su objetivo de convertir a Bogotá en un lugar de acogida digno para las víctimas del conflicto armado.
La llegada de estas familias a Bogotá será atendida de manera coordinada entre las entidades distritales y nacionales. Según detalló Caracol Radio, mientras las entidades nacionales garantizarán el traslado y la provisión de alimentos, el Distrito se encargará de ofrecer alojamiento temporal y acceso a servicios básicos.
Además, se brindará acompañamiento psicosocial y orientación jurídica a través de los Centros de Encuentro para la Paz y la Integración Local, con el objetivo de facilitar la integración de estas familias en la ciudad.

El Distrito también ha subrayado la importancia de garantizar que los traslados y reubicaciones se realicen de manera digna, voluntaria y segura, evitando nuevas afectaciones a las víctimas y asegurando que las capacidades institucionales no se vean sobrepasadas.
La Administración Distrital ha hecho un llamado urgente al Gobierno Nacional para que agilice los procesos de reubicación y garantice la seguridad de las familias desplazadas.
La situación en la región del Catatumbo, una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en Colombia, sigue siendo crítica. La violencia y las amenazas constantes han obligado a cientos de familias a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
Según informó la Administración Distrital, este contexto ha generado un aumento en el número de personas desplazadas que llegan a Bogotá, lo que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de la ciudad.