
El próximo 11 de abril se cumple un año desde que inició el racionamiento de agua en Bogotá, y ante la persistencia de esta situación, sectores de la oposición han decidido manifestarse públicamente.
El concejal José Cuesta Novoa convocó una protesta con cacerolas y utensilios domésticos como símbolo de la crisis hídrica que aún afecta a miles de residentes de la capital.

La manifestación está prevista para realizarse en la Plaza de Bolívar a las 11:00 de la mañana. La convocatoria incluye llevar “baldes y totumas”, elementos que, según Cuesta, representan los esfuerzos diarios de los ciudadanos por adaptarse a una ciudad con acceso limitado al agua potable. El evento se organiza justo cuando se cumplen doce meses desde que comenzaron los cortes programados por zonas.
Según expresó Cuesta, el objetivo de la jornada es visibilizar el malestar colectivo y exigir acciones concretas. “El acceso al agua es un derecho fundamental, y Bogotá no puede seguir enfrentando esta crisis sin soluciones claras y efectivas. La ciudadanía exige respuestas y acciones concretas por parte de la administración distrital. Este cacerolazo es una oportunidad para alzar la voz y exigir medidas urgentes que garanticen el abastecimiento de agua para todos y todas”.
Además, el cabildante impulsa una iniciativa llamada #LaConstituyentePorElAguaYa, con la que busca promover la participación ciudadana en la formulación de una política pública ambiental para Bogotá y su Sabana, enfocada en el recurso hídrico como eje central del ordenamiento territorial.
Por ahora, no existe claridad sobre si el Distrito pondrá fin a la medida este mes, pese a que recientemente se firmaron nuevos acuerdos de concesión con la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR). El 1 de abril, la CAR autorizó a la Empresa de Acueducto de Bogotá a captar 9,5 metros cúbicos adicionales de agua por segundo durante cinco meses, lo cual permitiría tratar más líquido proveniente del río Bogotá en la planta de Tibitoc.
Sin embargo, la Empresa de Acueducto expresó reservas frente a lo otorgado. En un comunicado, señaló: “vemos con extrañeza y preocupación, que la nueva resolución de la CAR, solo alcanza un aumento de 4.665.600,00 de m³ anuales, menos del 10 % de lo requerido y restringido en algunos meses del año”.
También cuestionaron que no se hubiera considerado que “el agregado norte, compuesto por los embalses de Tominé (el mayor de toda la Sabana), Neusa y Sisga, almacena más de 900 millones de m³, que permite regular el río Bogotá de una manera adecuada sin riesgo de comprometer los ecosistemas de la cuenca que abastece”.
La CAR, por su parte, ha advertido sobre el deterioro en los niveles de agua almacenada. El embalse de Tominé ha perdido cerca de 75 millones de metros cúbicos en un año, lo que representa una disminución cercana al 40 %. Según el director del Acueducto, Alfred Ballesteros, “de seguir en estas condiciones, el Acueducto de Bogotá no podría seguir obteniendo el 50 % de este recurso hídrico del agregado norte, sino que tendríamos que volver a tomar más agua del sistema Chingaza”.