
En un hecho que generó conmoción, Jesús Hernán Sánchez Sierra, conocido líder de los esmeralderos, fue asesinado en la tarde del domingo 6 de abril en un exclusivo conjunto residencial ubicado en el norte de Bogotá. Según informó el brigadier general Giovanni Cristancho Zambrano, comandante de la Policía Metropolitana, el ataque ocurrió alrededor de las 3:40 p. m., en las inmediaciones de la vivienda de Sánchez, situada en el límite del conjunto residencial con una zona boscosa.
De acuerdo con las declaraciones del general Cristancho, el ataque habría sido ejecutado por un tirador experto, lo que sugiere un alto grado de planeación. El lugar donde ocurrió el hecho, cercano a los cerros orientales de Bogotá, presentó características que pudieron facilitar la huida del agresor, que aparentemente se refugió en la densa vegetación que rodea la urbanización. La Policía Nacional desplegó un operativo inmediato para rastrear la zona, utilizando dos helicópteros equipados con cámaras térmicas y personal especializado del Grupo de Operaciones Especiales (Goes).
Cristancho sumó que el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación asumió la investigación del homicidio. Los equipos de la Fiscalía ya se encuentran realizando los actos urgentes en el lugar de los hechos, incluyendo el análisis de huellas, la búsqueda de evidencias y la reconstrucción del suceso para determinar el punto exacto desde donde se efectuó el disparo. Aunque aún no se ha confirmado si el ataque sigue un patrón similar a otros casos, las autoridades están evaluando si el modus operandi corresponde a un tirador profesional.
“Estamos hasta ahora revisando. Como le digo, ya la Fiscalía asume el caso, el CTI. Entonces ellos son los que ya tienen que hacer todos los actos urgentes”, precisó el comandante.
El general Cristancho detalló que la Policía Nacional ha implementado medidas de seguridad en la zona urbana cercana al lugar del crimen, mientras que el CTI se enfoca en las labores de investigación en el área boscosa. La complejidad del terreno, caracterizado por árboles y maraña densa, está representado un desafío para las autoridades, quienes continúan trabajando en la búsqueda de pistas que permitan identificar al responsable.
No obstante, tras el ataque, la reacción de las autoridades fue inmediata. Según explicó el general Cristancho, se cerró la zona para evitar la fuga del agresor y se desplegaron recursos tecnológicos y humanos para rastrear posibles movimientos en el área. Los helicópteros con cámaras térmicas permitieron realizar un barrido aéreo, mientras que equipos en tierra se encargaron de inspeccionar el perímetro del conjunto residencial y las áreas boscosas adyacentes.
El general también señaló que el lugar donde ocurrió el hecho, al ser la última casa del conjunto residencial antes de la cerca que delimita la urbanización, facilitó que el agresor pudiera ocultarse rápidamente en el bosque. Las autoridades están evaluando si se tomaron las medidas de seguridad adecuadas en el entorno del conjunto residencial y si estas pudieron haber sido vulneradas.
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